EUROPA
PRESS
14
junio 2016
El doctor del servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona,
Enrique Casado Burgos, ha alertado de que los medicamentos para la artritis son
fotosensibles y ha destacado la necesidad de que estos pacientes, al igual que
el resto de la sociedad, se protejan frente al sol.
De hecho, este es uno de
los mensajes de la campaña de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis), titulada 'Activo frente a la artritis, mes a
mes' y realizada con la colaboración de Abbvie, Lilly
y MSD, que quiere dar consejos para que las personas con artritis aprendan a
disfrutar del sol sin que su salud corra peligro.
"Las personas con
artritis, como les ocurre a la mayoría de quienes padecen una enfermedad
inflamatoria o autoinmune, tienen mayor prevalencia de déficit de vitamina D.
Esta vitamina se encuentra en muy bajas cantidades en la dieta, y su origen
principal es a través de la piel tras reaccionar con la radiación ultravioleta
del sol", ha comentado el experto.
Por este motivo, prosigue,
las personas con menor exposición solar (pacientes de edad avanzada que viven
en residencias, o que salen poco a la calle por problemas de movilidad) tienen
mayor riesgo de déficit de vitamina D, especialmente en invierno. "En los
meses de verano tenemos más horas de sol y además los rayos solares inciden de
una manera más perpendicular y efectiva, con lo que es una buena época para
sintetizar vitamina D, y compensar esa carencia que hemos tenido durante los
meses de invierno", ha explicado.
Sin embargo, como todo el
mundo, las personas con artritis se deben proteger adecuadamente de la
radiación solar por los daños que puede ocasionar una exposición sin
prevención, pero con aún mayor conciencia debido a que algunos de los
medicamentos que se utilizan en su tratamiento son fotosensibles. Que un
medicamento sea fotosensible significa que al tomarlo puede provocar una
reacción anormal en la piel cuando la persona se expone a la radiación solar.
"Entre los fármacos
fotosensibilizantes se encuentran sobre todos los antiinflamatorios y algunos
inmunosupresores como la ciclosporina. El metotrexato y los fármacos biológicos,
terapias habituales en artritis, no suelen dar problemas importantes de fotosensibilidad si no hay un exposición prolongada al sol,
pero igualmente se recomienda que todas las personas que usen cualquiera de
estos tratamientos utilicen un fotoprotector 50 de forma habitual durante todo
el año, y especialmente en verano cuando la incidencia de los rayos solares es
mayor", ha apostillado la del Servicio de Dermatología del Hospital de la
Santa Creu i Sant Pau, Anna
López Ferrer.
Pros y contras en la artritis psoriásica
Y es que, por las
características propias de la artritis psoriásica,
las personas que la padecen deben tener en cuenta ciertos aspectos relacionados
con su enfermedad a nivel cutáneo y la radiación solar. En este sentido, López
ha explicado que la fototerapia es una de las terapias más utilizadas en el
tratamiento de la psoriasis, por lo que algunos pacientes con lesiones cutáneas
extensas son tratados con rayos ultravioleta, de forma controlada, en unidades
de fototerapia que se encuentran en los hospitales.
En ciertos casos, como
alternativa a esta terapia, se recomienda a las personas con artritis psoriásica que hagan exposiciones solares al aire libre.
"Estas exposiciones deben ser de un máximo de diez minutos para evitar
quemaduras solares; y se indican solo en aquellos casos en los que se ha podido
comprobar previamente que la exposición solar les ayuda a mejorar sus lesiones
cutáneas. Si se desea prolongar la exposición solar más allá de los diez
minutos, se recomienda aplicar fotoprotector solar de forma habitual", ha
avisado la especialista en dermatología.
Junto a estas indicaciones,
las personas con artritis psoriásica, que además de
los tratamientos farmacológicos para la artritis también utilizan otros tópicos
para sus lesiones cutáneas, deben tener especial cuidado con los análogos de la
vitamina D, los análogos de la vitamina A, también conocidos como retinoides, o
los preparados a base de brea de hulla, son fotosensibles y puede originar
manchas, irritaciones, quemaduras o incluso urticaria.
"Si cualquier persona
debe marcarse como prioridad protegerse bien de la radiación solar para evitar
una quemadura solar, las personas con artritis psoriásica
tienen que ser aún más responsables frente al sol, deben evitar las quemaduras
solares en mayor medida que el resto de la población, ya que tal como sucede
con las zonas de roce y traumatismos, las lesiones de psoriasis pueden aparecer
sobre quemaduras solares. Por tanto, es importante extremar la precaución
aunque no haya lesiones visibles en ese momento", ha recordado López.
Para protegerse, además de
evitar exponerse al sol las horas de mayor radicación, es decir entre las 12 y
las 17 horas, las personas con artritis psoriásica
deben utilizar fotoprotectores solares, al igual que el resto de la población.
"La recomendación
general es la de utilizar fotoprotectores con índice de protección 50+, que
pueden ser químicos o físicos. Los primeros son los más utilizados en adultos,
mientras que los filtros minerales o físicos son más recomendables para niños y
personas con patologías dermatológicas de tipo alérgico. En el caso de tener
psoriasis se puede utilizar indistintamente un fotoprotector físico o químico.
Es importante que las personas con psoriasis se apliquen correctamente el fotoprotector
para evitar quemaduras solares, de modo que deben repartir una cantidad de
producto suficiente por toda la superficie cutánea que va a ser fotoexpuesta y renovar su aplicación como mínimo cada dos
horas", ha zanjado la doctora.